Hace unos días, la docente de la Escuela de Psicología UC y Directora del Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP), Mariane Krause, obtuvo el premio Sergio Yulis 2016, la máxima distinción de la psicología clínica nacional y que entrega la Sociedad Chilena de Psicología Clínica.

La destacada profesional fue seleccionada por un distinguido jurado, el cual estuvo integrado por los anteriores ganadores del galardón, luego de que fuera postulada por la Universidad Católica de Chile por sus más de 25 años de trabajo en el campo de la investigación y proyectos ligados a la psicología clínica. De esta manera, la profesional se une a la lista de ganadores de esta distinción, como el Psicólogo Pablo Egenau, Director Social Nacional Fundaciones Hogar de Cristo; Neva Milicic, reconocida psicóloga infantil, entre otros.

El premio fue entregado durante el XXII Congreso Nacional de Psicología Clínica “Psicología y Neurociencias hoy”, realizado entre el 3 y 5 de noviembre pasado en la Universidad Santo Tomás.

Les dejamos parte del discurso de la psicóloga clínica Mariane Krause.

Discurso Premio Sociedad Chilena de Psicología Clínica 2016

Queridos colegas,

Me siento muy honrada, agradecida  y feliz de recibir el premio Sergio Yulis, de nuestra Sociedad Chilena de Psicología Clínica.

En muchos sentidos me siento representada en la figura de Sergio Yulis, a quien lamentablemente no alcancé a conocer personalmente. Este premio, al llevar su nombre, representa ámbitos de integración, lo que es particularmente importante para mí.

Sergio representó -en una época en que ello era menos obvio y fácil- la integración entre la investigación científica y el quehacer clínico, lo que significa: La investigación al servicio de que podamos ejercer de la manera más efectiva nuestra práctica. Era un desafío entonces y sigue siendo un desafío hoy, mantener esos puentes entre la clínica y la investigación y lograr una permanente comunicación bidireccional entre ambos campos.

Por otra parte, Sergio Yulis encarnó la integración del amor por la profesión con el compromiso con nuestra sociedad, sus problemas, sus injusticias y conflictos. También en este sentido me siento muy interpretada y honrada por recibir el premio que lleva su nombre.

Porque: ¿De qué serviría nuestro conocimiento si fuera ciego a las condiciones contextuales en que lo aplicamos? Lo que nos mueve, en último término, en la clínica y en la investigación, es aportar al bienestar de todos.

Esto nos obliga a no permanecer ignorantes de las condiciones sociales que lo impiden y -en la medida de nuestras posibilidades- a actuar no solo curativamente, sino también aportando nuestros conocimientos para que las futuras generaciones tengan contextos psicosociales más saludables en donde desarrollarse.

Quisiera, en forma muy especial, agradecer a los colegas que me nominaron para el premio, y a mis colegas de la Sociedad Chilena de Psicología Clínica que decidieron otorgarme este reconocimiento. Siendo miembro de nuestra Sociedad desde hace 25 años, me consta la importante y generosa labor que han realizado los colegas, en especial aquéllos con cargos directivos, para mantener la calidad del ejercicio de nuestra profesión en un contexto que permanentemente presenta nuevos desafíos científicos, éticos y prácticos.

¡Muchas gracias colegas!

Mariane Krause